martes, 19 de enero de 2010

EL OJO DE CRISTAL


EL OJO DE CRISTAL - Por Sidney Sheldon (*)

"Fort Smith, en los territorios del Noreste del Canadá, es una ciudad próspera de dos mil ciudadanos, la mayoría de los cuales son granjeros y dueños de establecimientos ganaderos; una escasa proporción de habitantes. El clima es riguroso, con inviernos largos y fios,y la ciudad es la prueba palpable de la teoría de Darwin de que sólo sobreviven los más dotados.

Willian Mann era uno de esos dotados, un superviviente. Había nacido en Michigan (EU), pero poco después de cumplir treinta años fue de pesca a Fort Smith y decidió que aquella comunidad necesitaba otro banco importante. Estudió las posibilidades existentes. Allí había sólo una institución bancaria y Mann tardó menos de dos años en borrar del mapa a su competidor. dirigía su Banco como se debía dirigir... su Dios era la Matemáticas, y procuraba por ello que siempre lo beneficiaran.
Su filosofía era muy sencilla: nada de créditos para iniciar un negocio. Nada de inversiones en Bonos Basura. Nada de préstamos a vecinos necesitados. En suma, tenía un reverencial respeto por el Sistema Bancario Suizo.

Un día un hombre va a ver al banquero para solicitarle un préstamo para poder operar a su pequeño hijo y así salvarle la vida. Le expuso a Mann con sincera magnitud el problema que enfrentaba. Cuando el solicitante dijo que no tenía respaldo económico ni avales, el banquero le ordena que salga de su oficina.

.- Está bien, me voy -respondió el hombre-, pero antes quiero decirle que en toda mi vida jamás he conocido a nadie tan insensiblecomo Usted.

William Mann se levantó.
.- Espere un momento -exclamó- le haré una propuesta justa. Escuche: uno de mis ojos es de cristal. Si adivina Usted cuál es, le daré el crédito.

Sin dudar sólo un instante, el hombre dice:
.- El izquierdo.
El Banquero se queda atónito.
.- Ése es mi secreto y nadie lo sabía. ¿Cómo es que se ha dado cuenta?

El hombre responde:
.- Muy sencillo. Por un instante breve me ha parecido ver un destello de comprensión, humanidad y simpatía en su ojo izquierdo: eso me confirmó que era de cristal.

William Mann cumplió con su promesa."

(*) Novelista y escritor Norteamericano (1917-2007)
Varias veces nominado a la Lista de Best Sellers; éste es un extracto del Capítulo 28 del libro "La Conspiración del Juicio Final".
www.lecturasdesil.blogspot.com

2 comentarios:

  1. Bueno, si bien Mr. Mann era frío e insensible, al menos era hombre de palabra...

    Dicen que mirando el ojo izquierdo de una persona puede descubrirse su alma, porque está más cerca del corazón..¿Será cierto?

    Me gustó.

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