miércoles, 9 de noviembre de 2016

Josephine Nivison y Edward Hopper


"Summertime" (E. H.)

La vida de Gail Levin (1), Profesora de Historia especializada de Arte, dio un saltito, luego de haber escrito ya siete libros sobre el pintor Edward Hopper, y tener en borrador unos tres textos más sobre el pintor.  
De ese hallazgo, descubriremos la histora de Jo Nivinson, que llevó a Levin reconsiderar su trabajo y tratar una (quizás ya pálida) reinvidicación de la mujer en sí y como pintora.


Hopper fue un extraordinario grabador y pintor Estadounidense, simple, realista y luminoso hasta ser brillante.   Formado en los suburbios de Nyack y Nueva York, sus viajes a la Europa de “vanguardia de atelieres”, entre 1906/10, no influyeron más que la pintura clásica que vio en los principales museos.  

"City Roofs" (E. H.)

Con el tiempo y con algo que contaremos, E. H. se convertiría en el más sobresaliente pintor de su época.  La sonrisa tímida que nos llega desde las fotos no nos hacen pensar más que en un buen tipo, sosegado, sumiso y subyugado por describir lo simple y lo claro:  como si su pintura se pareciese (de alguna forma) a la persona que era.

Sin embargo, Levin descubrió en uno de los sótanos de la Galería Frank K. M. Rehn” más de 60 obras de Josephine Verstille Nivinson, la esposa de Hopper.  Además, adquirió los permisos de acceso a “Los diarios de Jo”:  una mirada detallada de su mundo íntimo, y de la pareja Nivinson-Hopper.
Edward and Jo Hopper on Cape Cod - 1927
Edward Hopper (1882-1967) vivió y trabajó -por más de cincuenta años- en un estudio de planta alta con una lejana vista al Washington Square, en Nueva York.
No había heladera o baño; los veranos eran sofocantes y durante los inviernos el carbón para la calefacción era trabajosamente cargado por cuatro tramos  escaleras;  no había una claraboya…  pese a la imagen sombría de los elementos, la habitación (maravillosamente transformada en los lienzos) brillaba de forma increíble. 
"Western Motel" (E. H.)
En la pared del fondo, entre las ventanas y junto a su caballete, Hopper había colocado un espejo:   cuando lo miraba podía ver el estudio completo detrás de él y que estaba ocupado por su esposa;  Josephine Nivison Hopper. 
Ella a su vez, lo miraba: todo el universo y su contenido se limitaba a un cuartucho de vecindario, en Nueva York.
"Room in New York" (E. H.)
La historia de Josephine Nivison (1883-1968) como artista es muy distinta y cruda en relación a la de su esposo:  ambos se casaron apenas pasados los 40, y ella dejó en manos de él su carrera de pintora y su virginidad. 
Al momento de casarse con Hopper, Jo había pintando con éxito durante 16 años: sus trabajos se había mostrado junto con obras de Modigliani, Picasso, Prendergast y Man Ray, tanto en América como en Europa.    Ella vendía regularmente dibujos y grabados para el ‘Tribune’ y el ‘Evening Post’ de New York, y el “Herald” de Chicago.  
"Jo Sketching at Good Harbor Beach" (E. H.)

Iban en “excursiones de pintura” muy a menudo: recorrían  las costas de Massachusetts –Buzzard Bay, Martha’s Wineyard, Nantucked y Cape Cod Bay-, Maine –Portland, Rockland, Bar Harbour-...
"The Long Leg" (E. H.)
"Martha McKeen" (E. H.)
o México –todas playas del atlántico, cercanas a Florida-... 
"Saltillo Mansion" (E. H.)

pero en la mayor parte del tiempo los Hopper permanecían encerrados en su pequeño espacio: ése Edificio de pocos cuartos habitados, cenando latas de conserva y escuchando los ruidos de la calle.  

En estas condiciones, las maravillosas obras y la penosa (pero aceptada) forma de vida que llevaban, resultaban explosivas.   "Pasamos juntos casi las 24 horas del día, los siete días a la semana, durante el tiempo que duramos", nos cuenta Levin que contaba Nivinson.
"New York Office" (E.H.)
Si bien pueden pasar por sórdidos chusmeríos bibliográficos, la historia nos dice que el aparente carácter sumiso de Edward se condicionaba al amor obsesivo y celoso de Nivinson.  En los ‘diarios de Jo’, ella misma confiesa que “arañé a Hopper y lo mordí hasta los huesos… lo quise amarrar pero él me abofeteó; me golpeé la cabeza contra una estantería y me quedaron las marcas”.
"Summer in the City" (E. H.)
Con un extraño humor disimulaban la mutua violencia doméstica, celebraban amorosamente los aniversarios de boda;  Jo: “realmente nos merecemos una ‘cruz de guerra’ o una ‘medalla de combate'” y Hopper: “pinté este ‘escudo de armas’ para nosotros, es un pincel y un cucharón”.
El año que se casaron (1924) Jo participó en la "Exposición Anual Colectiva del Museo de Brooklyn", dicen que sus trabajos no quedaron opacados por los de Georgia O'Keeffe o John Singer Sargent.  

"Forest Scene" (J. N.)

Fue en aquella ocasión en la que Jo recomienda la obra de Edward Hopper a los organizadores y curadores del programa;  ​​ compraron uno de sus cuadros después que la exposición había terminado: fue el segundo que había vendido Hopper en 10 años.

Al poco tiempo se le ofreció una exposición individual en la empresa que lo representaría para el resto de su vida: “Frank K. M. Rehn Galleries”.   Esta sociedad se acostumbraría a los cartelitos de “Vendido”.

 
"Room in New York" (E. H.)

A partir de ahí los Hopper se embarcaron en una existencia opaca.  Ese "encerramiento" tuvo un efecto distinto y contrario en cada uno: las paletas estallaron en tonos brillantes y Edward Hopper se convirtió en un gran éxito;  en cuanto a Jo (que comenzó a imitarlo) perdió todo su estilo y el reconocimiento. 



 "Flowers, cat, and cape" (J. N.)


Pese a todo Josephine sentía todo aquello como una especia de recompensa personal: en definitiva había sido ella la musa en que Hopper se inspirara y ejerció total control sobre la obra del hombre: “Si debe haber espacio para un solo de nosotros, sin duda debe ser él.  Puedo estar contenta y agradecida por eso.” 

"New York Movie" (E. H.)

J. Nivinson mantuvo desde entonces un registro cuidadoso de cada cuadro de Hopper, las obras producidas y vendidas, las fechas, los precios, los compradores;  escribió prácticamente toda la correspondencia de Hopper, y comenzó a redactar sus diarios, apenas meses antes de la Primer Gran Retrospectiva de E. H. en el "Museo de Arte Moderno de Nueva York".  Ella ya compraba el boleto a la posteridad de su amado.

"Chop Suey" (E. H.)

Celosa hasta la enfermedad,  ella exigió en ser la única modelo para cada mujer que fuera pintada. Y así fue, Hopper aceptó sin chistar.  Desde 1924 hasta su muerte en 1967, Hopper pintó todas mujeres que eran, en definitiva,  su mujer.  

"Self-Portrait" (J. N.)

Cabezas torneadas, ocultas, maquilladas, de caras contorneadas, rostro sombreado o al sol bajo un sombrero volado. De soberbias siluetas, pechugonas, rubias, morenas y pelirrojas.  En el mundo de los Hopper las noches se transformaban en interminables tazas de café,  estudios minuciosos, se perdían en imágenes cinematográficas: 

"Eleven a.m." (E.H.)

Jo desnuda al lado de un radiador, oscura y agachada en el tren, sobre un libro…  activa en una oficina, con un jefe tras un ventanal, apoyada en blancas columnas, sonriente y pegada a un fondo traído de Cape Bay o Nantucket… sentada de espaldas en una negra escenografía urbana.  

"City Sunlight" (E. H.)
   Las mujeres  de  Hopper  tuvieron  siempre  una  misma  edad, permanentes en cuadros de maravillosas escenas simples, presas de un evidente voyeurismo, luminosas o de oscura luminosidad.
"Automat" (E. H.)
Al pasar el tiempo, en un lamento Jo escribe en su diario: “...no soy inmune al tiempo.  Siento que el tiempo que pasa y pasa, gota a gota de mi sangre y de mi vida… ya tengo el pelo canoso, ya me cansan las modas, he perdido todos los puntos de vista propios sobre el arte y 25 años de mi vida también se han ido”.  Luego, arrepentida: "...me he transformado en actriz y estoy contenta pese a haberme quemado la pierna en la estufa, mientras posaba desnuda para ‘The Girlie Show’, me siento muy orgullosa de ello.  Además Hopper me hizo más rellena: me conforma, además, verme pelirroja”.
"drawing for The Girlie Show" (E. H.)
"The Girlie Show" (E. H.)
¿Pintaba J. Nivinson Hopper en todos esos años? Si.  Y a pesar de su marido.  

"Cape Cod" (J. N.)

Jo pintaba al mismo tiempo y con el mismo dinamismo que Hopper, buscaba también su estilo y era él también para ella, su único modelo.  Increíblemente, pintaban la misma pintura, diferente: como “El Circo”, donde el único patrón común entre los lienzos es una vieja glorieta en donde hay una pareja.

"Judson Tower, Washington Square" (J.N.)

Los Hopper tuvieron un  matrimonio  amigo,   los O’Doherty,   éstos dejaron palabras de elogio hacia  la esposa de Edward:   “ella vivía gloriosamente  entre  los  alambres  de púas que tenía E. H.,  un profundo resentimiento que se transformaba en reproches…   y los tomaba como parte de la excentricidad de los pintores. Josephine era una mujer brillante, una mujer extraordinaria”.
"Hotel Window"  (E.H)
‘Los diarios de Jo’ fueron una revelación sobre la intimidad de la pareja, y la forma que tuvo de ventilar sus frustraciones, los castigos, las comidas, el sexo, el ego, el laconismo: “esos escritos son un verdadero autorretrato”:  allí se muestra una especie de sumisión extática, casi perversa, en la cual no puede comprenderse “quién modela a quién”.
"Night Windows" (E.H.)

Pudo ser Hopper el fantástico pintor Edward Hopper, sin su esposa?    O pudo haber sido Nivinson una versión femenina “hopperiana”, de vanguardia realista Norteamericana?      Estuvo Hopper en el momento justo y en el lugar correcto, así como Jo en el momento equivocado y el lugar erróneo.  Estas cuestiones parecen desvelar a Gail Levin, también.

"drawing for Nighthawks" (E.H.)
"Nighthawks" (E.H.)
E. H. probablemente bien pudo haber sido el marido que no fue: el 
que le diera el aliciente apoyo, sin referirse a ella como artista con condescendencia y desagrado.   
También J. N.(a la que me imagino presa de un amor gigante e incondicional) podría haber quebrado esa trama encadenada, para seguir su propia suerte.
"Rooms by the sea" (E.H.)
Como sabemos diría alguien, suponemos que ya poco importa.

Están, juntos, enterrados en el Cementerio de Oak Hill de Nyack:  tienen vista al río Hudson,  como en el Departamento de Nueva York al Washington Square.



(1) Gail Levin es, además: distinguida Profesora de "Estudios sobre Pintores Norteamericanos", "Estudios sobre la Mujer y el Mundo"; coeditora y colaboradora de la "Antología de la Ética en la Arte Visuales" y muchos otros trabajos destacados en temas Sociales.  
Links: 
http://www.amazon.com/Gail-Levin/e/B000APJ92U

Cuadros de Edward Hooper;

https://www.google.com.ar/search? espv=2&biw=1455&bih=696&tbm=isch&sa=1&q=edward+hopper&oq=edward+hopper&gs_l=img.3...46295.46295.0.46621.0.0.0.0.0.0.0.0..0.0....0...1c.1.64.img..0.0.0.kdzoizkjKOs