Breve indispensable introducción: este artículo sobre el filósofo Peter Sloterdijk (#) está reescrito; su original de hace tres años era un abuso de previsiones hoy resueltas... en consecuencia aun las cuestiones obvias que se rescatan, mañana parecerán ridículas o banales.
Lo cierto es que seguramente
quien lee estas líneas al levantarse y desayunar para ir a sus ocupaciones,
predispuso parte de su tiempo para escuchar su música preferida; si está acompañado y para no joder a otro, puede haberse colocado los audífonos...
O tal vez
"vió" las noticias en la TV. O encendió la radio. O leyó el diario
-en papel o digital-.
O no... si
no escucha nada, ni el despertador, esta nota no es para Usted.
O sí.
O sí.
Para la mayoría hay momentos antes de
desayunar y salir -o simultáneamente- donde se habrá puesto en contacto con
alguien a través de algún medio: mensajes de texto (sms, wap), llamados por
teléfono, revisado correos electrónicos, respondiendo la primera encuesta en
red, consultando el pronóstico del tiempo, o el del tránsito.
Chequeó su/s red/es social/es (si es que la/s había
desactivado por la noche), interactuó con la gente que interactuó con usted.
Antes de cruzar la puerta de casa no nos damos cuenta que olvidamos llaves, plata, credenciales o medias... en tanto llevemos nuestro teléfono celular: su ausencia suele producir un santo temor, una irremediable sensación que algo del cuerpo nos falta.
Pero aún si Usted viviera en el campo o en
el más desierto de los paisajes, hoy probablemente tenga algún aparato simple a
su alcance de comunicación que lo mantiene “integrado al mundo”.
Viviendo en cualquier ciudad, es muy factible que durante el día usted
sienta que cunde una sola noticia; sólo una, exclusiva y luego otra... La
importancia o “gama” de noticias puede dividirse en dos: "catastróficas" o "banales=hasta la estupidez" . Así, una y otra vez
hasta tratar de ocupar el centro de atención:
y luego un conjunto de ellas; éste es un estado de agregación
mediática de mercadería, bolsas de temas, que cíclicamente vuelven a ser
esencia de noticias de actualidad y que se negocian cotidianamente en
operaciones de contado... Eso sí, prioridad: cada tema es tratado sólo hasta la
correspondiente irrupción de un nuevo tema "de acuciante actualidad".
¿Lo ha percibido así alguna vez?
Es muy
probable que durante el lapso de la jornada -teniendo trabajo, o buscándolo-
sentirá ganas de regresar a su casa. No importa que sea un departamento de
lujo, una casa en los suburbios o un simple cobertor de cartón y manta: es su
hogar.
A propósito,
si no tiene nada: buscaría tener alguno, por humilde que sea ese lugar.
Allí puede esperarlo su pareja, ajustándose a un modelo matrimonial
convencional o absolutamente libre, que lo hace feliz. Le espera esa persona
que lo complementa, lo ajusta y lo contiene; como asimismo usted le ajusta,
complementa y contiene a ella.
Además, podría tener una familia!
O no; y si la tiene: ¿preferiría no tenerla, y vivir solo/a?
Al final de su día, por más básico que sea su inmueble y esté
acompañado o no, cualquier señal mediática podrá brindarle hasta la hora de su
sueño predeterminado, un sinfín de programas que en forma ya estudiada y
programada, con el tiempo y sin duda, acabarán por serle de su agrado.
Pare de sufrir: a menudo el "zapping" –la búsqueda- resulta
más interesante que el programa –lo que encuentra-.
Todos estos pre-supuestos son
sólo una muy pequeña dosis de lo que el filósofo Peter Sloterdijk ha
estudiado, analizado y propuesto como las "Reglas del Parque Humano",
un largo conjunto de conceptos que nos prefiguran tal como si nos viéramos en
un espejo.
Es el "humanismo" de hoy. Y es inevitable que todos nosotros seamos comprendidos, por "si" o por "no", en estos tipos de comportamientos específicos, que es la pequeña "punta de iceberg" de su monumental -pero no por ello no controvertida- obra.
Así, Sloterdijk denomina como "desayuno
acústico" el fenómeno moderno al que el "homo-sapiens" se ha
dado específicamente a principios del siglo XXI: su entrega total y sin
concesiones a los medios audiovisuales y al carácter frenético y pro-neurótico
de esta entrega, y a su casi "in-humano" placer de inundar nuestra
actual existencia con medios, aparatos y artificios de una persistencia tan
engañosamente inocua como llena de banalidad.
Para Her Peter, "el principio de la realidad" ha sido trastocado, sin darnos cuenta. O más precisamente, en forma inconsciente, lo hemos trastocado.
La
"actualidad" como "cosa real" se ha basado solamente en los
acontecimientos que los grandes medios producen.
Por fin, se ha reemplazado el "humanismo" casi
inconsistente del siglo pasado, por otro mucho más liviano en lo conceptual,
pero sólido en lo estructural: "el que confunde la actualidad comercial
con la realidad del ser".
Es el final
del humano como: "la persona que reconoce la realidad por vivir el
mundo".
Entonces…
Ha pasado a ser: "la persona que conoce sólo la acuciante
actualidad y vive una falsa descripción del mundo", y que “sólo conoce la
realidad del mundo como crueldad/banalidad, con una perspectiva auxiliar que ya
ha formado parte de su cuerpo, como la antena de una radio”.
Peter Sloterdijk es un brillante
filósofo alemán. Intenso, provocativo pero tranquilo; alguno lo considera el
"moderno Nietzsche" pero él parece no creerlo. Es más, cuando recibe
alguna crítica, no vacila en tratar -monocordemente, dicen- de "malos
lectores" a sus detractores, y trata de diferenciarse manifestando que él
"escribe para un público común, no para otros filósofos". Para muchos es una estrella que tendrá todo
su valor pasados unos cientos de años, (y si es como él predice: “siendo leído
en papel y a la luz del sol”).
El invierno alemán suele pasarlo
en España.
Sus obras son tan interesantes como densas (sus libros en español son muy caros, no tengo ninguno, sólo por lo que hay en internet), de las que sobresalen para la Trilogía "Esferas". Cada libro se compone por unas 2500 páginas. Ignoro los renglones de cada página, que imagino simétrica en su conjunto (+).
En ella define como "esferas", "globos" y
"espumas" toda la calidad y condición del ser humano, desde su
conservado primitivismo hasta el día de hoy.
En ella convergen por igual las que llama “tres naturalezas”: la
humana, la biosfera, y la artificial. El mundo de hoy es el conjunto de la
tres.
Afirma que para cada persona, su "esfera" tiende a procurar
un "espacio" similar al del útero que lo cobijó en sus primeros nueve
meses de vida. Así, tanto un departamento como una casilla de cartón, suele
definirlo como "útero-topos", siempre que el sujeto se sienta allí
confortable -sin pensar en más o en menos-. Su convicción no es la caverna: supone que el podemos considerar que estamos
fuera.
Piensa que (en retrospectiva) Charles Darwin debió llamar a su libro
"El Origen de la Mujer" y condicionar la historia evolutiva con el
sexo femenino, no por convención, sino por convicción.
Afirma que éste hipotético libro sería "el libro del conocimiento
humano".
Obviamente, debería ser escrito por una mujer.
Previene -no predice- que la "era de los combustibles
fósiles" terminará en un lapso de 70 a 100 años. Fino, muy fina: su lápiz y la cuenta...
Previene -no pronostica- que habrá entonces un lapso de oscurantismo
total, sin máquinas ni electricidad.
Advierte -no imagina- que de ese
proceso complejo podrá salir indemne la especie humana, de una forma que -ahora
sí-, no se atreve a postular.
Mantiene una postura tan radical
y compleja hacia la manipulación genética, la eugenesia y la eutanasia, que yo
prefiero no abordarlo. No sabría cómo: dejo links abajo para quien quiera
seguirlo.
Afirma que el "terrorismo" no apareció en el mundo el 11 de
septiembre de 2001 en Nueva York, sino que éste lamentable suceso tuvo su
"modelo" predecesor exactamente el 22 de abril de 1915, a las seis de
la tarde al norte de la ciudad francesa de Ypres; en una artimaña Alemana se
hicieron explotar casi 6.000 botellones de gas clorado, habiendo esperado para
tal fin un par de días: un viento propicio arrastró una nube de 6 km de ancho y
1 km de alto.
Jamás se pudo saber el número de muertos franceses.
Para agregar un toque de
distinción hacia su persona, propuso en 2003 que en toda clase de
"Teología" o "Teosofía", sea en la Universidad que fuera,
con o sin aprobación del Vaticano, se incluya una cátedra de Ginecología.
El Estado, el amor, la técnica, la energía, el
matrimonio, la sexualidad, la historia, el autismo, los dioses y monstruos
surgen y se evalúan en los escritos de éste alemán: dicen que parecen no existir fronteras en
sus textos.
Con igual disposición habla de "los clásicos" de la filosofía, sin importar su época.
Consideran que fue una definición propia que su primer libro se llamara "Crítica de la Razón Cínica".
Con igual disposición habla de "los clásicos" de la filosofía, sin importar su época.
Consideran que fue una definición propia que su primer libro se llamara "Crítica de la Razón Cínica".
Suele subyugar su simpleza,
su explicación de lo moderno y lo cotidiano.
Otras veces -muchas- pienso que
no podría sobrevivir este europeo en ningún suburbio del conurbano, o villa de
emergencia de Latinoamérica.
Ahora pienso
que soy injusto -yo que soy nadie- con Peter Sloterdijk.
Aquí, por
éstos lugares se agregan otras circunstancias de la realidad, y tal vez
podríamos aprender a definirlas a partir de su discurso, para entenderla y
mejorarla.
(#) Nacido en Karlsruhe, Alemania, 1947.
(+) El libro no se puede conseguir, pero sí editar en etapas
-como aconsejo- y leerlo en secuencias desde la red. Si no se quiere gastar y
se conforma con la liviana explicación siga el blog, o busque en Google, Wiki,
o los link que le pongo abajo.
1 - www.petersloterdijk.net/
2 -http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/15/avrocca_microesferas.pdf
2 -http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/15/avrocca_microesferas.pdf
3 - Google Books - Peter Sloterdijk (Reglas para el Parque
Humano - versión PDF).
4 - https://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/17/avrocca_sloterdijk.pdf